Los fluorescentes son unos tubos de vidrio con dos electros en sus extremos, en cuyo interior hay pequeñas cantidades de argón y vapor de mercurio: la superficie interna está revestida de sustancias fluorescentes (fósforos) que transforman las radiaciones ultra violetas en rojas por lo que la luz que emiten es blanca.

Igual que con la bombilla existen ya los fluorescentes Led, consumen mucho menos, su duración es más larga y su composición no es tóxica. Aunque sean blancos existen diferentes tonalidades, como es el blanco frío o cálido.